jueves, 7 de marzo de 2013

Las mujeres respondemos en las calles.




Hace unos días una chica escribía un artículo en el diario “la Opinión”, en el que le ponía rostro a la “niña de Rajoy”, su propio rostro, amenazado por la exclusión y el no-futuro, como lo estamos todos, todos los de abajo, amenazados por el ajuste de un gobierno que practica el genocidio financiero expresado plásticamente en los desahucios y los suicidios.

Creo que sobra decir que a la derecha española nunca le gustó la igualdad, y menos aún entre hombres y mujeres, los nietos de franco que nos gobiernan aprovechan la excusa del ajuste para poner a la mujer “en su sitio,” con ese lenguaje y en ese orden de valores del nacional catolicismo español.

Somos nosotras las mujeres las que pagamos mejor que nadie las reformas laborales del PPSOE, somos nosotras las que engordamos las tasas de mayor precariedad, con menores salarios y sin pensiones, devueltas a sostener la economía sumergida, cosiendo zapatillas o montando hebillas como máquinas por 10 euros al día, redoblando nuestra jornada laboral, somos nosotras las que volvemos a ocupar de nuevo esos márgenes semiexclavistas de la economía informal.

Apenas empezábamos a soltar el lastre, llega esta camarilla del PP a querernos colgar de nuevo el peso de las medallas de ser las cuidadoras del hogar, las fregonas y las señoras, sostén de la familia, sus labores… etc. porque el sistema necesita sumisión y necesita a las mujeres en sus casas sumisas y calladas.

La derecha desregula para que capitalistas y banqueros sigan acumulando, les regala amnistías fiscales y les perdona delitos económicos, en cambio mete en cintura a la clase trabajadora regulando con puño firme para criminalizar la protesta social y el aborto.

Ante la barbarie de este gobierno neofranquista, las mujeres nos vemos de nuevo en la calle para recordar algo que se suponía dado por sentado: la exclusión de la mujer es un problema social y por tanto es responsabilidad de los poderes públicos impulsar los cambios políticos necesarios para superarla. No vamos a ser más las reproductoras del sistema.

Nuestros derechos no son un regalo, son la garantía de la sociedad en la que queremos vivir y de las relaciones que queremos establecer entre hombres y mujeres. Y son resultados de nuestra lucha social, de la lucha de una sociedad progresista!

Las mujeres responderemos en las calles al gobierno de Rajoy para restablecer la Democracia, responderemos para hacer efectiva la igualdad en todos los espacios públicos y privados porque las mujeres somos parte del demos, somos pueblo.

Si el año pasado decíamos desde IU “ni un paso atrás”, hoy ya pasamos a la ofensiva y decimos que las mujeres respondemos en las calles, en el trabajo y en nuestras casas. Esta casa, que es nuestra conciencia feminista, no la toman ni Rajoy ni los banqueros porque no nos van a expulsar de nosotras mismas ni de nuestras conquistas sociales. Estamos seguras que en esta lucha no estamos solas, tenemos a nuestro lado a todos los hombres progresistas, maridos, hijos, padres, hermanos, novios, amigos.

No vamos a ser nunca más la costilla de Adán, estamos decididas contra viento y marea a liberamos de ese arquetipo liberando a los hombres del suyo; una vez más nos toca a las mujeres propiciar este gran cambio de conciencia para pasar de la co-dependencia a la co-operación en las relaciones hombre/mujer, por eso decimos que “sin igualdad no hay democracia” y por eso, las mujeres y los hombres del colectivo de jóvenes de IU-Cehegín dicen con toda razón que “Revolución es feminismo”.

Yo voy a ponerle futuro a esa niña, haciendo un llamamiento a las mujeres jóvenes a que se hagan presentes hoy para construir el futuro de mujeres y hombres libres.

María José Rodríguez

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