miércoles, 21 de diciembre de 2011

EL BURGUÉS SENTIDO DE LA SOLIDARIDAD

El españolísimo sentido de la solidaridad.

Llega la navidad y con ella el burgués sentido de la solidaridad; dando un paso atrás, la película de Berlanga, “Plácido”, retrata perfectamente el españolísimo sentido de la solidaridad, en la que la escasa clase medie española de los años 60 organiza un sorteo de pobres, para que la noche de navidad las familias pequeño burguesas de Madrid puedan llevarse un pobre a su mesa. Véanla porque además se morirán de la risa.

Lo que ya no produce tanta risa, es comprobar como 50 años después las cosas no han cambiado y la mentalidad española sigue anclada a ese atavismo que nos aleja de la Europa soñada. Empiezan ahora las maratones televisivas para recaudar fondos a favor de los negritos del congo o los indios de la Amazonía, convirtiendo a los seres humanos en objetos de consumo y estereotipando a los pueblos y sus culturas, simplificando los procesos y conflictos sociales a la polaridad buenos/malos. Por supuesto, nada más alejado de la realidad.

Pero yo a lo que voy es a puntualizar unos cuantos flecos que quedaron colgando en el último pleno ordinario de Noviembre: IU-Verdes valora enormemente la función social que tiene Caritas y el resto de ONG´s, no sólo por su labor en cooperación internacional al desarrollo y ayuda humanitaria, con sus más y sus menos, en la que yo he trabajado durante años, sino también por el trabajo en nuestro país en el sector de la exclusión social. Sabemos que estas organizaciones sociales, religiosas y laicas, ocupan un vacío que deja el Estado, acompañando a personas excluidas del sistema, pero su valor radica fundamentalmente en que estas mismas organizaciones denuncian la indecencia de un Estado y un sistema que genera exclusión. Los mismos informes de Caritas española manifiestan su preocupación ante el aumento exorbitante de la exclusión social y la pobreza en España, al mismo tiempo que reclaman a los poderes públicos que garanticen los derechos básicos de la población.

La diferencia entre garantizar un sistema de derechos sociales básicos y la caridad es abismal, porque la primera reconoce la DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA al considerar que la exclusión y la pobreza tienen causas sociales y políticas y no individuales, atribuyendo claramente la responsabilidad para hacer efectivos los derechos a los poderes públicos, mientras que la segunda depende de la buena voluntad y en esta conciencia de la buena voluntad estamos todos perdidos y muchos tienen la tentación de culpar los pobres de su pobreza.

Me temo que las declaraciones de Rajoy hace un par de semanas en TV en las que manifestaba que la ley de dependencia era inviable y las de su exministro de economía, Montoro, afirmando que el estado del bienestar era el estado del despilfarro, se encuentran en esta tesis de la buena voluntad. Por eso la concejala de asuntos sociales del PP de Cehegín situándose en esta misma tesis, como no podía ser de otra manera, entró al defender la labor de Caritas en una contradicción en la que los informes de esta organización no entran, que podría resumirse en que hay muchos pobres a los que Caritas atiende con las subvenciones públicas, pero los poderes públicos no tienen dinero para costear el sistema de derechos sociales. De modo que lo que yo manifesté en el Pleno está más cerca de la posición de Caritas que la que mantuvo la concejala de asuntos sociales del PP.

Como viene al caso, aunque de esto haga ya un par de Plenos, le pediría con todos mis respetos al alcalde de Cehegín, que recibe su digno sueldo y se toma sus cervezas en el bar, porque puede, que no vuelva a realizar argumentos de comadres públicamente, señalando que las familias de Cehegín a las que se les ha cortado el agua porque no pagan los recibos, se gastan el dinero en el bar, recordándole que el acceso al agua es un derecho fundamental, que los menores que viven en esa casa no son culpables de que sus padres estén en el paro ni de que las políticas cómplices (PP) y encubridoras (PSOE) de la especulación, hayan empujado a todo el mundo a endeudarse para comprar el exceso de parque de viviendas de mala calidad que las inmobiliarias de los bancos han construido, y que aunque los 420 euros de subsidio no den para mucho, los pobres también tienen derecho a tomarse una cerveza o en todo caso pedirle que deje el comentario para la mesa camilla, porque lo que deseamos desde IU-Verdes es no seguir dando pasos atrás a la España de “Plácido”, sino avanzar en nuestro precario “Estado Social y Democrático de Derecho”.



María José Rodríguez
Concejala IU-Verdes Ayuntamiento de Cehegín.


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